Medalla San Alejo de Roma
San Alejo de Roma o San Alexis, también conocido como San Alejo mendigo
Según la leyenda, San Alejo era hijo de Eufemiano y Agalé, patricios romanos. Fue prometido con una mujer virtuosa que, la misma noche de bodas, le convenció para que renunciara al matrimonio a cambio de una vida librada a la piedad y la fe. Alejo lo aceptó y se embarcó hacia el norte de Siria (la actual Turquía) para llegar a la ciudad de Laodicea y, después, a Edesa (actual Urfa), donde se ganaba la vida pidiendo limosna. Tuvo una visión de la Madre de Dios.
17 años después volvió a Roma. Fue a casa de su padre a pedir limosna, pero nadie lo conoció. Acogido como mendicante, vivió durante 17 años más en su casa, sin ser reconocido, rezando y enseñando el catecismo a los niños. Dormía bajo la escalera de la entrada. Sabiendo que iba a morir, escribió su historia, explicando por qué renunció a la boda, el viaje a Edesa y su vida posterior. Murió y, según la leyenda, solo su padre pudo abrirle la mano para tomar la carta y leerla, quedando sorprendido al darse cuenta de que era su hijo.
Según otra tradición, Alejo murió pobre en un hospital de Edesa, y antes de morir reveló que era miembro de una familia noble y que había rechazado el matrimonio para consagrarse a Dios.
La reliquia de su cabeza se venera en el monasterio de Santa Laura del Peloponeso.