Medalla Divina misericordia
La devoción a Jesús de la Divina Misericordia tiene sus orígenes en las revelaciones que Santa Faustina Kowalska, una monja polaca, recibió en la década de 1930. Según los registros de su diario, Jesús se le apareció pidiéndole que difundiera el mensaje de su infinita misericordia para el mundo, especialmente para los pecadores. En estas visiones, Jesús le mostró su corazón irradiando rayos de luz blanca y roja, que simbolizan la gracia y la sangre que brotaron de su costado al morir en la cruz.
El significado central de esta devoción es la confianza en la misericordia ilimitada de Dios y el llamado a los fieles a practicar el perdón y la compasión hacia los demás. Jesús pidió que se celebrara la Fiesta de la Divina Misericordia el primer domingo después de Pascua, conocido hoy como el Domingo de la Divina Misericordia.
La imagen de Jesús de la Divina Misericordia, que fue pintada según las indicaciones de Santa Faustina, se ha convertido en un símbolo de consuelo para millones de católicos, recordando que la misericordia de Dios es más grande que cualquier pecado y siempre está disponible para quienes la busquen con fe.
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