Medalla Escapulario Virgen de Lourdes
La Virgen de Lourdes es una de las advocaciones marianas más queridas dentro del catolicismo. Su historia se remonta al 11 de febrero de 1858, en la pequeña ciudad de Lourdes, Francia, donde la Virgen María se apareció a una joven campesina de 14 años llamada Bernadette Soubirous. Según el relato, la Virgen, vestida de blanco y con un cinturón azul, se apareció en una gruta conocida como Massabielle. Durante varias apariciones, María le pidió a Bernadette que orara por los pecadores y construyera una capilla en ese lugar. En una de las visiones, la Virgen se identificó a sí misma como «la Inmaculada Concepción», confirmando así el dogma proclamado cuatro años antes por la Iglesia.
El mensaje principal de la Virgen de Lourdes es de fe, penitencia y conversión, además de promover la oración por los pecadores. También es conocida por la fuente de agua que brota de la gruta, la cual la Virgen indicó a Bernadette. Desde entonces, el agua de Lourdes ha sido vinculada a numerosos milagros de curación, lo que ha hecho de este santuario uno de los lugares de peregrinación más importantes del mundo.
El significado espiritual de la Virgen de Lourdes radica en su mensaje de esperanza y sanación, tanto física como espiritual, invitando a las personas a acercarse a Dios mediante la oración y la humildad.