Cruz de Tau
Origen:
La Tau es la última letra del alfabeto hebreo y se utilizó con valor simbólico desde el Antiguo Testamento; se habla de ella en el Libro de Ezequiel: “Recorre toda la ciudad de Jerusalén y marca con una T la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella” (Ez 9,4).
La cruz de Tau es el signo puesto en la frente de los pobres de Israel, salvándoles así del exterminio.
Fue después adoptada por los primerísimos cristianos por un doble motivo:
1. Como última letra del alfabeto hebreo, era una profecía del último día y tenía la misma función de la letra griega Omega, como aparece en el Apocalipsis: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed le daré gratis de la fuente de agua viva… Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin” (Ap 21,6; 22,13).
2. Los cristianos adoptaron la Tau, porque su forma les recordaba la cruz, sobre la que Cristo se inmoló para la salvación del mundo.
Simbolismo de la cruz de Tau
Es el signo concreto de una devoción cristiana, pero sobre todo un compromiso de vida en el seguimiento de Cristo pobre y crucificado.
Es el signo de reconocimiento del cristiano, es decir, el hijo de Dios, del hijo salvado del peligro, del Salvado. Es un signo de poderosa protección contra el mal (Ez 9,6).
Es un signo querido por Dios para mí, es un privilegio divino (Ap 9,4; Ap 7,1-4; Ap 14,1).
Es el signo de los redimidos por el Señor, de los sin mancha, de quienes se fían de Él, de quienes se reconocen hijos amados y que saben que son preciosos para Dios (Ez 9,6).
Es símbolo de la dignidad de los hijos de Dios, porque es la Cruz que ha sostenido a Cristo.
Es un signo que me recuerda que debo yo también ser fuerte en las pruebas, dispuesto a la obediencia del Padre y dócil en la sumisión, como lo fue Jesús a la voluntad del Padre.
San Antonio Abad y la Cruz de Tau:
Por ser empleada como signo distintivo de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio, se llama también cruz de San Antonio Abad.
Los miembros de la orden antoniana (fundada en 1095) llevaban un hábito negro con la letra griega tau de color azul en el pecho, y como el ergotismo era llamado fuego de San Antón, esta cruz de tau del hábito religioso de la orden era conocida como cruz de San Antón.
Esta orden de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio ha desaparecido. Sin embargo, existe todavía la Orden de los Antonianos Maronitas, fundada en 1700. Los miembros de esta orden llevan también una cruz de tau de color azul en su hábito religioso negro.
San Francisco y la Cruz de Tau:
Otra orden religiosa que la utiliza como signo distintivo de sus miembros es la Orden franciscana. Su uso en el franciscanismo se remonta al mismo Francisco de Asís, quien la empleaba como su firma y sello personal.
Durante la época de Francisco y a partir del IV Concilio de Letrán, convocado por el Papa Inocencio III, la Tau era un símbolo muy utilizado por la Iglesia católica, en general, como signo de conversión y señal de la cruz.
San Francisco de Asís, que participó en el Concilio en calidad de superior general de una Orden aprobada por la Iglesia, amaba y veneraba la tau, «porque representa la cruz y significa una verdadera penitencia».
Al comienzo de cualquier actividad se santiguaba con dicha señal, la prefería a cualquier otro signo y la pintaba en las paredes de las celdas.
En sus conversaciones y predicaciones la recomendaba a menudo, y la dibujaba a modo de firma en todas sus cartas y escritos, «como si toda su preocupación fuese grabar el signo de la tau, según el dicho profético, sobre las frentes de los hombres que gimen y lloran, convertidos de veras a Cristo Jesús».
Entre los manuscritos autógrafos de Francisco en que firma con la «Tau» se encuentra su célebre «Bendición a fray León», reliquia que se conserva en la Basílica de San Francisco de Asís.