Medalla de la Virgen del buen consejo
La Virgen del Buen Consejo es una advocación mariana venerada principalmente en Genazzano, Italia. Su historia se remonta al siglo XV, cuando una pequeña y milagrosa imagen de la Virgen María apareció en una iglesia en ese pueblo. Según la leyenda, en 1467, una imagen de la Virgen con el Niño Jesús flotó milagrosamente desde Scutari, Albania, hasta la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo en Genazzano, durante la invasión otomana en Albania. Desde entonces, la Virgen del Buen Consejo ha sido venerada como un símbolo de protección y guía espiritual.
El significado de esta devoción radica en la creencia de que la Virgen María, como Madre y consejera, ofrece su sabiduría y dirección a quienes buscan la voluntad de Dios en sus vidas. Se le invoca especialmente en momentos de confusión o decisiones difíciles, pidiéndole que interceda y guíe a los fieles con su buen consejo.
A lo largo de los siglos, muchos papas han promovido la devoción a la Virgen del Buen Consejo, y su imagen es reconocida por su capacidad de inspirar fe y esperanza en los creyentes que buscan orientación divina.
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