Medalla Virgen de Fátima
La imagen de la Virgen de Fátima representa la aparición mariana que tuvo lugar en Fátima, Portugal, en 1917. Esta aparición es uno de los eventos más significativos en la historia del catolicismo contemporáneo y ha dejado una marca indeleble en la devoción mariana.
La Virgen de Fátima se suele representar como la Virgen María, con un manto blanco y una túnica, a menudo con un rosario en sus manos. En algunas representaciones, se encuentra rodeada por rayos de luz y acompañada por los tres niños videntes: Lucía dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto.
La imagen de la Virgen de Fátima simboliza un mensaje de esperanza, paz y conversión. La Virgen María se apareció a los tres niños videntes con mensajes destinados a la paz mundial, la oración y la conversión. La representación visual refleja la conexión celestial y la solicitud materna de la Virgen hacia la humanidad.
La historia de la Virgen de Fátima se remonta a las apariciones que ocurrieron entre mayo y octubre de 1917. La Virgen María se apareció a los tres niños en la Cova da Iria en Fátima, revelando mensajes y secretos, incluyendo una visión del Infierno y la petición de la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María. Estas apariciones fueron seguidas por eventos milagrosos, como el «Milagro del Sol» el 13 de octubre de 1917, presenciado por miles de personas.
El origen de la devoción a la Virgen de Fátima está vinculado directamente a las apariciones marianas en Portugal. La devoción a Nuestra Señora de Fátima creció rápidamente, y el Santuario de Fátima se convirtió en uno de los destinos de peregrinación más importantes del mundo católico.
La imagen de la Virgen de Fátima ha sido replicada en innumerables representaciones artísticas y se ha convertido en un símbolo querido para los católicos. La fiesta de Nuestra Señora de Fátima se celebra el 13 de mayo en conmemoración de la primera aparición. La devoción a la Virgen de Fátima sigue siendo fuerte y continúa inspirando la fe y la oración en todo el mundo.